domingo, 7 de septiembre de 2014

Volvemos a la carga



Bueno después del parón veraniego, vamos a retomar un poco la actividad del blog, y voy a empezar por comentar algunas aportaciones que me han ido haciendo amigos y conocidos. Como ya dije quiero que el blog sea un espacio de encuentro e intercambio de opiniones, así que tengo que aplicarme el cuento.

En primer lugar voy hablar un poco de Manfred Max-Neff, ¿os suena de algo? Yo he estado seis años en la facultad de economía y nada de nada.

La verdad que escuche por primera vez su nombre en el curso de cooperación y desarrollo local, hace poco más de seis meses y desde entonces no ha parado de cruzarse en mi camino.

Este eco-economista chileno es conocido principalmente por sus obras “La economía descalza” y “Desarrollo a escala humana” donde define su matriz de necesidades, (pero claro no es tan famoso como Maslow) que el clasificaba en nueve grupos, necesidades básicas: «subsistencia», «protección», «afecto», «comprensión» o «entendimiento», «participación», «creación», «recreo» u «ocio», «identidad» y «libertad»; además propone una décima necesidad, pero que prefiere mantener separada de las anteriores: la «trascendencia».

Todas ellas hacen hincapié en la importancia de los esfuerzos humanos pequeños y apasionados. Max-Neef además postula que no existe correlación alguna entre el grado de desarrollo económico (industrial) y la felicidad relativa de las personas implicadas; al contrario, el desarrollo económico parece aumentar la soledad y la alienación en las sociedades desarrolladas.

Recuerdo muy bien la clase (impartida por Moisés Rubio, de la iniciativa Agora) en la que conocí por primera vez la obra y pensamientos de este economista chileno, y algunas de sus reflexiones.

Con la globalización actual, el dominio de los mercados, la deslocalización... ¿Hay algún protagonismo para el ser humano en este mundo de gigantes?

Es a partir de la modernidad y la ilustración cuando cambiamos el modelo de vida. Esto se debe a dos problemas fundamentales, empieza a primar el individuo por encima del grupo y se convierte el hombre blanco en la máxima expresión y en segundo lugar se comienza a perder el vínculo con la naturaleza y se piensa que el ser humano está por encima de todas las especies.

En su obra desarrollo a escala humana plantea una serie de cuestiones, que pueden parecer bastante obvias pero parece que son poco relevantes para los economistas y personas en general.

La economía debe estar al servicio de las personas y no las personas para servir a la economía.

El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos.

El desarrollo no requiere de crecimiento.

Ninguna economía es posible al margen de los servicios que prestan los ecosistemas.

La economía es un subsistema de un sistema mayor e infinito que es la biosfera.

Ningún proceso o interés económico puede estar por encima de la vida de las personas.

Espero que os haya interesado el tema y si queréis saber un poco más sobre nuestro nuevo amigo Manfred, os dejo el enlace que me facilito la compañera María (muchas gracias rubia), donde podemos descargar o leer online todos sus libros de manera gratuita.

http://www.max-neef.cl/



A donde esperamos llegar si no educamos para hacer preguntas si no que damos las respuestas.

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